El PODER Y LA AMISTAD

Suicidio de Judas Iscariote


Prestan su abrazo sin demora
Al edil que promete parabienes
Durmiendo inconscientes tantas horas
Al regazo de esa imagen que atesoran
Como monedas de cambio que aún no tienen.

Besando las posaderas del que manda
Sienten acariciar la gloria que han soñado
Y no son más que parásitos en celo
Lujuriosos amantes que en el pueblo
Suenan a ecos dictadores del pasado.

Ignoran que el poder es pasajero
Y la gracia que le ha sido concebida
Pasará con el tiempo a mejor vida
Serán Dios mediante ese muñeco
Con la manos de trapo y sin chaleco
Marionetas sin uso y roídas.

Son necios porque olvidan lo que han sido
Aprendices de altos vuelos
Acosta de las alas del caído.

Prepotentes en el estricto sentido
Tan catetos, que su único consuelo
Es arrimar el ascua a sus amigos
Para leer los libros ya leídos
Y ensalzar en su charla lo vivido
¿Al arte?… un tupido velo.

Cada cual, que al poder ponga su nombre
Y defienda contra todos su verdad
Más la vida es dignidad y ningún hombre
Debería confundir aunque le asombre
El poder y la amistad.