Papeles por cadenas

Ha pasado el tiempo pero el mundo sigue lleno de negreros, seguimos esclavizando al débil para sentirnos más cerca de un gloria efímera que nos convierte en escoria.

Andalucía cree respirar porque hemos pasado de las pateras a los cayucos, esto además de ser indecente es asquerosamente repulsivo. La inmigración no es el problema, siempre ha existido. El ser humano es nómada por naturaleza y siempre ha buscado el pan para sus hijos allá donde creyó que lo ganaría más facilmente.

Exigimos papeles como si compraramos un vehiculo, como si nuestra porción del planeta fuera nos perteneciera. Patria, nación, región, provincia, ciudad... Nada existe como propiedad de una comunidad, esta bola que gira es de todo aquel que la pise, la vuele o la navegue, cuando entendamos esto, la documentación desparecerá, como desaparacieron poco a poco las cadenas, esas que hoy hipocritamente cambiamos por papeles y limpiando nuestras conciencias con una mierda de 0,7 %.

Con limosnas no se arregla el corazón ennegrecido por la falta de humanidad del poder en cada una de sus manifestaciones.

Lo dicho, papeles por cadenas.