miércoles, mayo 17, 2006

EL BUFÓN Y EL ADIVINO

Sabemos que Lepe es así, es mucho más fácil fomentar lo que ocurra fuera de nuestras fronteras, que alimentar el desarrollo cultural de nuestro pueblo. Me asombra gratamente que el flamenco de Lely Dores o José María Rodríguez, o de la lepera adoptiva Rocío Díaz, impacten en un público selecto y con sabiduría. Y que sigamos empeñados en darnos de bruces con la política barata que vende a precio de saldo, aquello que ignora, que es casi todo.

Llega Febrero y todo cambia, en lo oscuro eso si, pero cambia, transformándose en rebeldía y coraje, algo estrictamente necesario para un pueblo que se duerme en las mieles del éxito.

La cosa señores, es bien sencilla. El Ayuntamiento edita su programa cultural obviando irrespetuosamente, a esos pocos, con alma de muchos, que se empeñan en luchar por el Carnaval de Lepe. Obviar a Conchigüangüitos a las Chapuceras del año la Pera, a Adivina de que vamos, a Dallí pacá, a Lunes Tormentoso, a Coraje, A los Observa el Cambio A… Me parece un grave error político, entre otros tantos, decir que no se fomenta el Carnaval porque no se es carnavalero, o que una moción que lo apoye es una comparsa, es una discriminación a un movimiento social. Nada extraño, desde luego, si esta idea parte de la derecha.

Bufones y adivinos se empeñan en lo contrario, ensayando desde Octubre dejándose la piel para que el respetable, (de otros pueblos), les brinde un aplauso calaruso, sin duda, el alimento del artista.

Ovbiar a mi gente, es dañar aquello que verdaderamente es importante para mí. Creo francamente, y perdonen este lapsus, que lo hacen por miedo y por ignorancia, que piensan estúpidamente que son chavales afines de juventudes socialistas, que es un grupo de muchachos sin sentido, que se afanan en algo imposible.

Ojalá nada cambie y aquellos que componemos cada Febrero sigamos escribiendo para el pueblo y no para el burócrata, para el funcionario menos votado o para la morralla que se acaricia la barbilla mientras cuenta euros de un plan de urbanismo mal enfocado.

Antes de acabar, mil disculpas, esto de ser vagabundo de coplas es lo que tiene, llega Febrero y sólo pensamos en ser Faroleros, Locos, Vagabundos o Adivinos. Cambiar de piel aunque grazne la gaviota y la rosa o los verdes troquen de color.

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