viernes, mayo 05, 2006

EL ACTOR Y EL ASESINO

El pasado Martes día 13 de Diciembre, fecha nada grata para supersticiosos y condenados a muerte. Fue ejecutado por inyección letal Stanley Williams, ex líder de una famosa banda callejera llamada los “Crips”, en los Ángeles de California.

El flamante Gobernador de este estado, el ex actor Arnold Schwarzenegger, bajó su pulgar y en pocos aunque largos segundos, falleció lenta y dolorosamente su condenado.

El jurado sólo contaba con un 1% de miembros de raza negra, los demás fueron excluidos por razones no demasiado concretas, habilidades del fiscal, por otra parte, muy próximo al gobierno californiano.

Stanley fue un ladrón y un asesino, Albert Owens, Yen- Yi Yang, Ye-Chen Lin, fueron sus victimas, todas ellas fallecieron en robos a mano armada. No pretendo en ningún modo disculpar a un criminal, pero la democracia debe ser el reflejo de la dignidad humana y matar al que mata, es asesinato igualmente.

Williams, finalizo su rehabilitación con gran éxito, seis libros destinados a frenar la escala de violencia creciente en la juventud norteamericana, sus conferencias de ayuda a las familias con menos recursos, su supuesta nominación a el premio Nóbel de la Paz, son razones suficientes para creerlo. Stanley fue el malo de la película, el maldito antagonista, el pésimo actor al que le tocó vivir en una humilde familia de un gueto de raza negra. El gobernador como siempre, el protagonista, el fornido inquisidor, el exterminador, el Terminator.

Antes de morir asesinado, Stanley Williams, recibió este mail:
En mi trabajo en la escuela de Central Juvenile Hall de San Bernardino, California, tengo la oportunidad de tratar a diario con niños de bandas a quienes su trabajo y su ejemplo inspiran y educan. Todos los días leo su Carta a los encarcelados y su Carta de arrepentimiento. Vida en prisión es el libro más leído de la biblioteca de la escuela, y su trabajo sanador sigue convirtiendo a diario en realidad el sueño del final de la guerra de bandas."

No me cabe la menor duda, en esta Historia el actor y el asesino, son la misma persona, cosas del cine americano.

Sayonara Baby!

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